Al mirar hacia atrás encontramos que en el 2013 la tecnología 4G LTE se consolidó en las grandes urbes de Estados Unidos, y continuó su repunte en otras más de China. En Latinoamérica, contrario a lo que pasaba en épocas y tecnologías anteriores, en las que se sufría un rezago considerable de varios años, mientras se adoptaban tecnologías que en otras regiones más desarrolladas ya estaban de salida; en este sentido es interesante notar como esa brecha ha disminuido significativamente y ya existen redes de 4G LTE (y otras más que se están desplegando en estos momentos), en países como Brasil, México, Colombia, Puerto Rico, Uruguay y Ecuador; que esperan que en el 2014 esa tendencia continúe en forma creciente.
En algunas regiones como Centroamérica hay una implementación ligeramente más lenta de redes de 4G LTE (solo Costa Rica la ha implementado y solo en algunas zonas) mientras que en países como Ecuador, Colombia, Argentina y el Caribe la adopción de esta tecnología ha sido mucho más dinámica. En buena parte esto se debe al espectro, pero la buena noticia es que los reguladores están trabajando laboriosamente en aquellos países que aun no han licitado el espectro para 4G LTE, con el fin de que en los próximos meses, la asignación de ese espectro sea una realidad en la mayoría de los países de Latinoamérica.
El crecimiento en la demanda de anchos de banda que ha provocado la variedad y disponibilidad de dispositivos de nueva generación (smart phones, tabletas) y los miles de aplicaciones que estos permiten, han significado que las redes actuales de 3G sean insuficientes para dar vía al tráfico de datos, lo cual ha justificado positivamente los casos de negocio para que los operadores implementen lo antes posible 4G LTE. Mientras que esto sucede, varios operadores presionados por mejorar la calidad de experiencia de los usuarios, han encontrado en las small cells un alivio que les permite mejorar cobertura y llevar ancho de banda a aquellos puntos en la red que más lo demanda.
Por otro lado, el transporte de datos es un tema que también fue protagonista en el 2013, ya que los operadores, en su preparación para esa próxima red de 4G LTE, han implementado tecnologías ópticas como DWDM/OTN, combinadas con IP/MPLS, con lo cual han evolucionado, o están evolucionando las redes de transporte, para manejar los requerimientos de ancho de banda, y las demandas de calidad de servicio, latencia, y protección de la información.
Por supuesto, la banda ancha no es solo móvil o inalámbrica, ya que las redes fijas siguen teniendo preponderancia en las redes de acceso, y lo vemos en el crecimiento cada vez más acelerado de la tecnología de banda ancha fija. Además de estándares como GPON (para las implementaciones de esquemas FTTx), el cobre sigue revitalizándose con tecnologías como vectoring.
En resumen, el 2013 fue un año marcado por el sector de las telecomunicaciones convirtiendose en el abrebocas de lo que serán los próximos años en este apasionante mundo de la tecnología y las comunicaciones.
Por Guillermo Jiménez
Director de Preventa Técnica de Alcatel-Lucent para el Caribe y Centroamérica
Por Guillermo Jiménez
Director de Preventa Técnica de Alcatel-Lucent para el Caribe y Centroamérica
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